¿Y los otros Limardos?
Este servidor, como varios millones de venezolanos, se alegró mucho con el triunfo de Rubén Limardo en las olimpíadas de Londres. Simpático, cordial, sencillo, Rubén es sin duda un héroe nacional y ejemplo de constancia y tenacidad a seguir por parte de la juventud deportista venezolana. Fue emocionante oírlo decirle al país que quiere dedicarse a enseñar lo que sabe a las futuras generaciones, para que tengamos pronto muchos Limardos y muchas medallas que celebrar.
Viendo a Limardo recordé los 155 mil venezolanos que han sido asesinados en estos 14 años de gobierno. No se nos puede olvidar ni por un instante esta tragedia nacional. Tres de cada cuatro de esos homicidios fue un joven, un Limardo que no llegó a realizar sus sueños. 120 mil Limardos anónimos, olvidados del gobierno nacional, olvidados del sistema de justicia. Recordados solo por sus familias y sus seres queridos.
Un gobierno serio comienza por asumir la responsabilidad de ponerse a la cabeza de la lucha contra la inseguridad, sin pausa ni tregua, sin excusas. La próxima víctima no tiene tiempo para excusas ni cadenas.
Asesinato en Kenia
El vil asesinato de Olga Fonseca, nuestra embajadora venezolana en Kenia, es un caso que necesita ser investigado hasta sus últimas consecuencias. Su familia lo merece y el buen nombre de Venezuela está en juego. Acusaciones de acoso sexual, posible tráfico de drogas, etc., pintan un caso sórdido, de proporciones absolutamente escandalosas. Los ministros Nicolás Maduro y Tarek El Aissami deberían ser los primeros en apoyar al gobierno de Kenia en sus investigaciones y por supuesto le deben al país una explicación seria y lo que es más importante, la adopción de medidas correctivas para evitar que este bochorno vuelva a ocurrir.
La ilusión de Giordani
El ministro Giordani se alegra porque la inflación de julio fue de uno por ciento y promete, como lo ha hecho muchas veces en el pasado, que la inflación seguirá bajando. La sensación de la gente es diferente. Al ir al mercado la plata no alcanza. Mientras todo lo sigamos importando, sin promover la producción nacional, trabajando de la mano con los trabajadores y el sector privado, la ilusión de Giordani será efímera. En pocos meses, cuando las cifras de inflación reboten, como van a rebotar, Giordani estará buscando al próximo chivo expiatorio.
Ideas y/o sugerencias para la Asamblea Nacional
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Fuente: Últimas Noticias
Agosto 2012