14  La Vida Ultimas Noticias | Domingo 06 de Agosto de 2006


Julio Andr�s Borges

La calle tambi�n se recorre sobre dos ruedas


julioaborges@cantv.net


Son unos mosquitos insoportables" dicen los conductores en medio del tr�fico cuando se atraviesa una moto imprudente, y es que el problema del tr�nsito que tienen las grandes ciudades como Caracas se acent�a con un alto n�mero de motocicletas en circulaci�n.

Quienes conducen motos son v�ctimas de un estereotipo similar al atribuido a los taxistas. Quienes van sobre dos ruedas son vistos con recelo, los conductores de los autos les vigilan por los espejos procurando no exponer ninguna de sus pertenencias a alg�n brazo amigo de lo ajeno. Como si tener una moto fuera una etiqueta de ladr�n.

Como hay ladrones en motos, los hay en autos y a pie. Muchas de esas personas que se escabullen entre los carros y esquivan el tr�fico son trabajadores, que optaron por una alternativa diferente de transporte. Otros tienen como oficina ese aparato de dos ruedas. Lamentablemente pagan muchas veces justos por pecadores como reza el refr�n popular.

A quienes piensan que los motorizados son un peligro en s� mismos, les invito a reflexionar un momento en lo que pueden ser son los carros para los motorizados y quien ser�a la verdadera v�ctima en el caso de un accidente.

Basta con visitar ocasionalmente los centros p�blicos de salud. Es triste ver que, en muchos casos, personas saludables, trabajadoras pierden su f�sico por la imprudencia de alg�n conductor descuidado. No por eso podemos prohibir los autos.

Es necesario encontrar un equilibrio en las calles entre motocicletas y autom�viles, hay que crear una se�alizaci�n adecuada. Tambi�n es importante regular la cilindrada de las motos, para evitar accidentes en las v�as r�pidas. Tenemos que entendernos y ser tolerantes unos con otros. La Venezuela de la inclusi�n la construimos todos los d�as en todos los �mbitos.

No califiquemos a los motorizados como malandros a dos ruedas s�lo porque ocurran cr�menes efectuados por personas sobre motocicletas. Si a eso vamos deber�amos, entonces, tambi�n decir que quienes manejan los autos son asesinos en potencia. Casos aislados no pueden marcar nuestra manera de ver toda una realidad.

Las motos son parte de la gran masa vehicular de ciudades como Caracas, y todas las soluciones a este problema deben incluirlas si pretenden ser integrales. Hay que ofrecer opciones de tr�nsito y de seguridad para quienes se transportan sobre dos ruedas, tanto como para quienes utilizan veh�culos convencionales.


Consejo del D�a


En una ciudad, en una regi�n, en un pa�s cabemos todos, seamos tolerantes

El primer paso est� en controlar el tr�nsito de motocicletas, y esto se refiere a saber a ciencia cierta cu�ntas motos est�n en la calle. Un control adecuado permite brindar planes coherentes enfocados a los conductores, a sus motos, a su identificaci�n desde las placas hasta el tr�mite engorroso que actualmente padecen para tener sus papeles de circulaci�n al d�a.

Los motorizados son un "blanco impelable" de los polic�as matraqueros, y en el com�n de los casos caen en la trampa y prefieren pagar "el martillo" que pide el funcionario corrupto para dejarle transitar que hacer los tr�mites de ley para circular sin problemas. Por todo ello hay que optimizar al m�ximo el servicio de matriculaci�n de las motos, para as� facilitar la diligencia a quienes necesitan hacerla y reducirle esa "manguangua" a esos polic�as malandros.

Por supuesto, es necesario hacer un trabajo de descentralizaci�n y depuraci�n de estos organismos de seguridad. De esa manera cada una de las polic�as se adaptar�n mejor a las necesidades de su localidad, podremos deshacernos de los polic�as, que en lugar de hacer cumplir la ley la corrompen y, sobre todo, se le podr� brindar mejores condiciones de trabajo a aquellos polic�as honestos.

Los motorizados son los primeros afectados en el caso de un accidente de tr�nsito. Es necesario implantar una estrategia para aumentar el uso del casco como medida obligatoria de seguridad. Se ha demostrado que el riesgo de sufrir heridas en la cabeza en el caso de sufrir alg�n accidente se reduce hasta en 45%. Suficiente para que excusas: da calor, es inc�modo o que son muy caros se hacen absolutamente inv�lidas para justificar la no utilizaci�n del casco. Hay que legislar en esa direcci�n, porque s�, puede ser un fastidio, hasta que la vida nos coloca un accidente de por medio, y entonces, ese casco que nos daba tanto calor y nos molestaba, porque nos despeinaba, nos podr�a salvar la vida. La creatividad de los venezolanos nos lleva a idear cada d�a nov�simas actividades econ�micas adaptadas a las particulares caracter�sticas de nuestro mercado, la moto-taxis son una de ellas: una alternativa econ�mica y r�pida para quienes necesitan transportarse de un lugar a otro. Sin em bargo, es necesario organizar este servicio para poderle brindar un mejor trato al cliente y tambi�n, garantizarle mejores condiciones a los conductores. Motivar y facilitar las condiciones para crear cooperativas de moto-taxis, bien identificadas es una alternativa que le dar� confianza a los usuarios y un gran respaldo a quienes se desempe�an en esta actividad. La uni�n y coordinaci�n permite la coordinaci�n, protecci�n y la distribuci�n de gastos, adem�s, los usuarios sentir�n el respaldo de una organizaci�n a la cual presentar sus quejas en el caso de ser necesario.

Por otra parte est�n los mensajeros, que viajan infinidad de veces todos los d�as de un lugar a otro. Se exponen a la lluvia, accidentes, a delincuentes (muchos asocian a los motorizados con delincuencia, ignorando que una persona sobre una moto es una v�ctima potencial mucho m�s indefensa que alguien en un carro), y a cualquier otra sorpresa que puede deparar la calle.

Es una necesidad exigir a las empresas que solicitan los servicios de estas personas a darle las m�nimas facilidades para su trabajo. As� como una secretaria necesita archivadores, tel�fono, l�piz, bol�grafo y papel, un motorizado necesita como m�nimo casco, sus guantes y un buen seguro de salud.

Debemos reforzar la tolerancia, y la pr�xima vez que un motorizado nos incomode, pensemos en la historia que puede haber detr�s de ese hombre, padre de familia, hijo, hermano o sost�n de hogar. Pensemos en que es necesario legislar para mejorar el tr�nsito de motos y autom�viles pero, sobre todo, tengamos presente que se trata de un ser humano, que al igual que usted, intenta ganarse la vida honestamente. Y salir, muchas veces, adelante ante el problema creciente del desempleo que agobia a la mayor�a de los venezolanos en todo el pa�s.


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