Solidarios con Ecuador
Nos llena de tristeza la desolación que ha causado el reciente terremoto ocurrido en Ecuador y aplaudimos el apoyo internacional que Venezuela y otros países vecinos puedan ofrecer a nuestros hermanos ecuatorianos. El gobierno venezolano se ufana de haber sido el primero en llegar a Ecuador. Ojalá tuviera la misma velocidad de respuesta para los padecimientos del pueblo venezolano, en vez de ignorarlos. En días pasados una joven de Delta Amacuro, embarazada de ocho meses, Anyleth, viajó a Ciudad Guayana para buscar ayuda médica, ya que en su pueblo no le podían hacer una cesárea de emergencia. A nuestra compatriota Anyleth no la pudieron atender en la Maternidad Negra Hipólita y tampoco había insumos en el Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo. Finalmente, luego de 4 días de espera, en medio de dolores tremendos, atendieron a la joven en el hospital de Uyapar, cuando ya su bebé había muerto en vientre. Ahora Anyleth lucha por su vida en medio de condiciones precarias. Me pregunto: ¿Por qué el gobierno no es el primero en llegar a Ciudad Guayana, aplicando la misma celeridad y solidaridad que demuestra hacia otros pueblos, para buscarle solución a esta crisis? Cuántos venezolanos más deben morir por la indolencia de un gobierno incapaz de garantizarle la salud a su pueblo?
Regresando a la tragedia en Ecuador, hace algunos años el pueblo venezolano hubiese organizado grandes colectas de alimentos no perecederos, cobijas, pañales y otros insumos básicos. Siempre hemos sido un pueblo solidario. Hoy no podemos hacerlo por la escasez que ahoga a nuestro pueblo y solo nos queda incluirlos en nuestras plegarias.
Conviasa, otro nido de corrupción
Cinco altos directivos de Conviasa han sido acusados de revender boletos aéreos, tráfico de influencias y otros delitos. La historia de la red Bicentenario y otras empresas del estado se repite. Las redes de corrupción se multiplican, y para cada producto que escasea hay un bachaquero enchufado, haciéndose rico de la noche a la mañana, sin sistemas de auditoría que permitan detectar a tiempo las anomalías y castigar a los culpables. Pronto tratarán de echarle tierrita a este caso, para que el que venga pueda continuar con la fiesta.
Solo un sistema fiscal autónomo, sin afiliaciones partidistas, puede comenzar a enfrentar el cáncer de corrupción que carcome a nuestra patria.
Fuente: Últimas Noticias
Abril 2016