Oportunidad perdida
La fracción oficialista en la Asamblea Nacional perdió una oportunidad de oro, al impedir que se aplicaran las normas constitucionales para elegir a las nuevas autoridades del poder moral. Los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, el Fiscal General, el Contralor General, el Defensor del Pueblo y los rectores del Consejo Nacional Electoral son grandes árbitros nacionales, llamados a actuar con imparcialidad política en pro de la democracia y la justicia. Diosdado Cabello y la bancada que dirige demostraron un gran miedo al impedir el debate y la construcción de los consensos necesarios para buscar árbitros imparciales que todos podamos respetar y admirar. Quién puede dudar, por solo citar un ejemplo, que Tarek Williams Saab es un árbitro parcializado como Defensor del Pueblo, independientemente del interés que haya demostrado en su carrera por el tema de los derechos humanos? Milita en el PSUV y fue electo diputado y gobernador (Anzoátegui) en representación de esa tolda. No hay maquillaje jurídico posible para la inconstitucionalidad de estos nombramientos, de modo que adquieren, como lo mencionaron Henrique Capriles y Vicente Díaz, un carácter necesariamente transitorio, que le tocará a la nueva Asamblea Nacional del 2015 cuestionar. Solo con un amplio consenso lograremos que Venezuela salga de la profunda crisis económica, política y social que nos arropa a todos.
Ideas y/o sugerencias para la Asamblea Nacional
Fernando Ramírez, bombero, nos escribe pidiendo que impulsemos la Ley de Bomberos y Bomberas, con el objeto de homologar las pensiones de los bomberos retirados al salario mínimo. Apoyaremos esta solicitud. Eduardo Bardelis, acostumbrado colaborador, nos escribe para preguntar si convalidamos en alguna forma el nombramiento de las nuevas autoridades del poder moral. Hemos sido enfáticos en nuestras objeciones y oposición frontal a una clara violación a las normas constitucionales. Neftalí Reyes nos vuelve a escribir continuando con la polémica sobre mi calificación de Venezuela como estado fallido. Mis argumentos son contundentemente sencillos: el gobierno falla clamorosamente a sus ciudadanos en frentes fundamentales: a) es incapaz de suministrar en forma oportuna y confiable los bienes y servicios que necesita la población venezolana; b) el estado ha perdido el monopolio del uso de la fuerza, permitiendo el desborde del hampa y otras fuerzas delictivas en el país; c) en 21 meses, Maduro ha sido incapaz de establecer políticas de gobierno eficaces para detener o al menos frenar el deterioro económico que vivimos y sufrimos los venezolanos ¿Tiene usted amigo lector ideas o sugerencias para la Asamblea Nacional? Escríbanos a [email protected] o avísenos por twitter a @JulioBorges o @Pr1meroJusticia.
Fuente: Últimas Noticias
Diciembre 2014