
Octubre rojo
506 muertes violentas tuvimos en Caracas el pasado mes de octubre. Padecimos el segundo mes más sangriento del año y el octubre más violento desde 2012. Los números no mienten. Más de 20 planes de seguridad y todos han fracasado. Asesinan a un venezolano cada hora en Caracas y a Nicolás Maduro no le importa. Jamás menciona esta tragedia, que ha enlutado a miles de familias durante los últimos 17 años. Se dedican a perseguir, hostigar y encarcelar a quienes piensan distinto y se olvidan de su deber fundamental de garantizar la vida y la seguridad de todos los venezolanos, sin importar su ideología ni afiliación política. Caracas se ha convertido en una de las capitales más peligrosas del mundo, y así lo advierten las embajadas de otros países a aquellos que osan venir a visitarnos.
El problema por supuesto no se limita a la capital del país. En días pasados de buena fuente me comentaron que secuestraron al gerente de una empresa asiática con bastante tradición en el país. Los secuestradores exigieron un cuantioso pago en dólares y mientras familiares y amigos hacían esfuerzos sobrehumanos para recolectar fondos, al joven lo llevaron a la cárcel de Barcelona en custodia. Iris Varela, en una cruel ironía, se ufana de haber humanizado a las cárceles venezolanas y desde allí se dirigen operaciones de secuestro y otros crímenes, bajo la más completa inmunidad. Pocos intentan denunciar, porque saben que es inútil.
Por esta y muchas otras razones millones de venezolanos presionamos por un cambio urgente en Venezuela. Un cambio que traiga justicia y tranquilidad a los venezolanos.
La mediación del Vaticano
La mediación del Papa Francisco abre una nueva ventana de esperanza para una solución pacífica a la crisis que sufre nuestro país. Sabemos que no será fácil porque la cúpula de poder que tiene secuestrado al país no es democrática, pero es nuestro deber, como cristianos, darle un chance a la paz. Con el pueblo en la calle en cada rincón del país, nuestra petición es sencilla pero contundente: déjennos contarnos, como establece la Constitución, y así decidir nuestro futuro. Dios proteja a Venezuela.
Fuente: Últimas Noticias
Noviembre 2016