
La venta de Monómeros: un peligro para toda Colombia
Hace una semana nos enteramos de la posible venta de la empresa binacional Monómeros, a través de un comunicado público que dio a conocer el propio presidente Gustavo Petro. En una misiva dirigida al dictador Nicolás Maduro, Petro señalaba lo siguiente: “De manera respetuosa y atenta, quiero expresarle mi oposición por la decisión del ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela, Alex Nain Saab, de vender y privatizar la compañía Monómeros”.
Sí, Alex Saab, el testaferro del dictador Maduro. Su contratista favorito, quien ha ejercido el control inaudito de áreas estratégicas de la economía venezolana y ha encabezado uno de los escándalos de corrupción más memorables de la historia de nuestro país…Ahora quiere ponerle las manos a Monómeros.
La importancia de esta empresa para ambos países está sobreentendida. En el caso de Colombia, provee el 40 % de su mercado de fertilizantes y de insumos agrícolas y genera más de 1.600 empleos directos e indirectos. En el caso de Venezuela, es un activo muy valioso en el exterior para reactivar el campo venezolano, una vez se concrete el cambio político y se activen políticas para recuperar el aparato productivo del país.
Ahora bien, lo peligroso de esta posible privatización de Monómeros no es solamente lo perjuicioso que puede ser para las economías de ambos países, sino que esta termine en manos oscuras. Solo hay que imaginarse que el 40% del mercado de fertilizantes pase a ser controlado directamente y sin contrapesos por Alex Saab y Nicolás Maduro, con esto se pondría en riesgo la seguridad alimentaria de toda Colombia.
Para los trabajadores de Monómeros también significa un riesgo que intereses económicos asociados a la dictadura tengan control de la empresa. “En el contexto del acuerdo de protección de inversiones, los gobiernos tienen la responsabilidad de asegurar que los derechos de los trabajadores no se vean vulnerados como resultado de cambios en la propiedad de las empresas”, se lee en un comunicado del sindicato de la empresa.
La venta oscura y opaca que pretende adelantar el régimen venezolana es parte de lo que ha sido una política estructura con el tema de los activos en el exterior. Gran parte de los activos se vendieron de manera poco transparente o se pusieron en garantías o están en este momento bajo fuerte asedio de acreedores a causa de que el régimen no indemnizó a varios de estos inversionistas.
Maduro y Saab buscan adueñarse completamente de Monómeros para por medio de la compañía influir en la agenda política de Colombia hacia Venezuela, así como en los intereses económicos de dicha nación. Maduro pretende por medio de Monómeros chantajear y presionar al Gobierno de Colombia con miras a lo que ocurra el próximo año en Venezuela, luego de la fecha del diez de enero.
Desde un inicio, fuimos sumamente enfáticos en decir que los activos de Venezuela en el exterior debían ser transferidos a un fideicomiso para garantizar que ni los acreedores, ni el régimen de Maduro pudiera ponerles la mano. Sin embargo, estos señalamientos no fueron escuchados. El Gobierno de Colombia reconoció a una Junta Directiva nombrada por la dictadura y las consecuencias de dicha decisión es lo que tenemos en el horizonte: una compañía al servicio de los intereses de un régimen dictatorial.
La venta de Monómeros podría oscilar por los 300 millones de dólares, muy poco dinero si se toma en cuenta la importancia estratégica de tal empresa. Por tanto, el presidente Petro debe elevar la denuncia y denunciar cualquier intento de venta a ciegas de la empresa, ya que no solo está en riesgo el agro colombiano, sino la estabilidad de muchas familias colombianas y venezolanas que dependen de dicha empresa.