
El derecho a soñar
Una amiga muy querida me decía en días pasados que su mayor reto este año es luchar contra la desesperanza. La entendemos perfectamente. Maduro y sus enchufados se encargan día a día de hacerle la vida cada vez más difícil a los venezolanos, imponiendo cargas que ninguna familia debe tener que soportar.
Para los jóvenes, Venezuela se ha convertido en un país sin futuro y 1 de cada 2 jóvenes sueña con emigrar, aunque no esté preparado para hacerlo, pensando que en otro país tiene más oportunidades que en el nuestro.
Nuestra misión es abrir las puertas del progreso y la esperanza para nuestros hijos, para que retomen la alegría de vivir en el país, tengan garantizado su derecho a la alimentación, la salud y la educación, puedan y así puedan dedicar sus energías a estudiar y formarse para ser buenos ciudadanos, capaces de construir la patria que todos soñamos, donde la justicia no sea un privilegio de unos pocos, donde ningún venezolano tenga la necesidad de hurgar en la basura para buscar un trozo de pan.
El camino hacia el progreso y la esperanza pasa por un cambio político en Venezuela y no descansaremos hasta lograrlo, apegados a la Constitución y a la mayoritaria vocación democrática que priva en nuestro país.
Masacres policiales
Cientos de policías, de distintas entidades del país, fueron masacrados el año pasado, en una lucha desigual contra la delincuencia. Nuestros policías están mal remunerados, cuentan con equipos obsoletos y muchos menos recursos que los malandros.
Desde este espacio, nos solidarizamos con las familias de estos jóvenes, sacrificados por la indolencia del gobierno.
Para la delincuencia organizada, asesinar a policías se ha convertido en ocasiones en pruebas que le imponen a los suyos para escalar en sus organizaciones.
Mientras tanto, impera la impunidad. Nuestro sistema de justicia no investiga ni busca a los delincuentes y mucho menos los juzga oportunamente, para separar a los buenos de los malos.
Los tribunales de justicia en Venezuela dedican buena parte de sus recursos a perseguir la disidencia política en vez de atender su función primordial de impartir y administrar justicia.
Nos toca emprender la larga labor de adecentar el sistema judicial venezolano, como parte de un plan integral para que los venezolanos rescatemos nuestro derecho fundamental a vivir en paz.
Fuente: Últimas Noticias
Enero 2017