Construir puentes, no muros
Este fin de semana pasado observamos la imágenes de más de 100.000 venezolanos cruzando la frontera con Colombia a través de los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula de Santander para comprar alimentos y medicinas, estas imágenes son la confirmación gráfica del fracaso del socialismo del siglo XXI que mediante expropiaciones y controles, destruyó nuestra economía y por consecuencia la calidad de vida de 30 millones de venezolanos.
El gobierno de Nicolás Maduro ordenó cerrar la frontera en agosto de 2015, asegurando que los grupos irregulares que allí operan eran los responsables de la escasez y la inseguridad que diariamente vivimos, el 7 de julio de 2016 se anunció la reapertura de la misma sin decir nada sobre los resultados de haberla cerrado y olvidando las acusaciones contra la frontera abierta como responsable de la escasez y la inseguridad que nos afecta, esta decisión revela el fracaso y la mentira de una decisión que no contribuyó a resolver la grave crisis.
Isaac Newton, señaló en algún momento que los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes, lo rememoraba su Santidad Francisco, en una homilía realizada el 24 de enero de 2016 donde decía: “el orgullo construye muros; la humildad construye puentes”. Señalaba papa Francisco que “para dialogar es necesaria la mansedumbre, sin gritar”.
Desde el gobierno nacional se ha hecho un llamado a dialogar mientras se grita insultando, injuriando, se insiste en falsos supuestos sobre la crisis que afrontamos, y se busca impedir que los venezolanos con la expresión más sublime que tiene la democracia: el voto, obviándose así, un derecho constitucional, construyendo más muros que impiden un posible puente.
Sin duda alguna, Venezuela necesita un diálogo efectivo y positivo para ello la Mesa de la Unidad Democrática ha establecido cinco puntos generadores de confianza para que sea realizado: 1. Ampliación de la mediación. 2. Lugar acordado para las reuniones 3. Cronograma del Referendo Revocatorio 4. Liberación de los presos políticos 5. Respeto al Parlamento. De no haber respuestas sobre los mismos, solo estaremos ante la prepotencia de un poder que no escucha y busca imponerse frente a la decisión de cambio de una Venezuela que quiere derribar muros para empezar a construir puentes.