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Andrés Sucre y el futuro

Hace pocos días falleció a los 92 años Andrés Sucre Eduardo, un venezolano como pocos. Tuve el privilegio de ser su sobrino y su ahijado y, por lo tanto, puedo hablar desde el cariño y la admiración.

Desde que yo era pequeño ver a mi tío Andrés entregado a diversos retos públicos como haber sido presidente de la Cantv, así como presidente de la CVG, para luego verlo hasta hace poco como presidente de Fe y Alegría, pasando por su pasión por los temas de infraestructura pública y el tema hidrológico de Venezuela, ha sido para mí y seguro para muchos otros, una escuela de servicio público y entrega por Venezuela.

Andrés Sucre perteneció a una generación que, debido a la historia que le toco vivir, supo construir un compromiso total con nuestro país.

Por ello, nunca olvidemos que esta crisis crónica que padece nuestro país, tuvo en gran parte su origen por el divorcio de sus elites de lo público y de la política en décadas cruciales.

De manera increíble, en el momento de mayor esplendor en la historia republicana de Venezuela, donde por primera vez varias generaciones habían nacido y crecido en una Venezuela democrática, urbana, moderna y joven, apareció el germen del autoritarismo y la antipolítica a vender de nuevo un sueño que ha derivado en la peor pesadilla de nuestra historia.

Pero lo importante es que haya un aprendizaje claro para el futuro: no hay cambios mágicos, no habrá caudillos o mesías que nos vengan a salvar. Solo el proceso laborioso, disciplinado y entregado a la construcción de un país con instituciones y oportunidades para todos, podrá salvarnos.

Pero para lograr esta meta, hay que estar claros en algo: mi futuro, mi suerte y mi éxito dependerá del futuro, la suerte y el éxito de todo el país.

Personas como Andrés Sucre, no solo lo entendieron, sino que hicieron de su vida un testimonio de esos valores. Necesitaremos de miles como él para reconstruir nuestro país.

Recuerdo una oportunidad en la que el presidente Caldera supo que era ahijado de Andrés Sucre y me dijo: pídele a Dios solo dos cosas en tu vida, que se te haya pegado en la pila bautismal la honradez y el amor por Venezuela de Andrés Sucre. Que así sea. Pronto llegará el momento de honrar a tantos venezolanos de excepción que construyeron lo bueno de la Venezuela que hoy quieren demoler y que vamos a impedirlo.